13 abril 2008

Mi discurso de 4 Medio. No lo lean, es largo xD

Muy buenas tardes a todos los presentes:

Es sinceramente complicado intentar plasmar en unas líneas la historia de muchos años. Son tantos los buenos y lindos recuerdos que culminan con esta etapa, que se hace imposible –insisto- querer darlos a conocer en simples palabras.

Muchos estamos desde muy pequeñitos en el colegio, otros, en cambio, han ido llegando con el paso del tiempo, logrando así, rápidamente establecer fuertes relaciones interpersonales de confianza y cariño con los miembros de esta pequeña familia; familia que, por lo demás, ha tenido altos y bajos. Muchas veces tuvimos roces, hostilidades y rivalidades que, con el paso del tiempo, pudimos afrontar y superar con una grandiosa –y a veces inexplicable –madurez.

Estamos ahora reunidos, quizás, con demasiados pensamientos que no poseen un orden lógico; muchos recuerdos e imágenes de nuestras vivencias inundan hoy nuestra memoria y retina. Recuerdos que, probablemente, se manifestarán en un abrazo, palabra o lágrima.

Todos tan diferentes, personalidades y aspiraciones muy diversas lograron unir y dar forma al que fue nuestro curso.

Es imposible olvidar el esfuerzo que daba cada uno por hacer que el curso fuera el ganador de las alianzas. Los innumerables problemas que debimos sortear en cada organización y junta en que, a veces, los cursos a nuestro cargo no hacían caso y, tanto Javiera como Roberto –por decir los más representativos-, debieron de recurrir a sus gritos para establecer el orden. Cómo olvidar aquellos fideos de almuerzo y los abuelitos italianos de la Vale. Cómo olvidar nuestros pleitos con las otras alianzas, los bailes de Roberto creyéndose coreógrafo, la venta de entradas que siempre nos tenía complicados, así como las lágrimas de pena cuando perdíamos y las de emoción cuando por fin ganamos. Merecido lo teníamos. Siempre fuimos creativos, esforzados y, aunque costó, también fuimos y somos muy unidos.

Muchos a veces tuvieron la obsesión de anotar en la agenda cada evaluación que se entregaba, aunque este año prácticamente le arrancábamos las hojas.

No podemos dejar de lado la eterna disputa entre humanistas y científicos (aunque personalmente creo que siempre se discriminó a los humanistas jaja), así como las tallas, las faltas reiteradas a clases, los atrasos, las fugas, el llegar con buzo cuando correspondía uniforme e innumerables ‘’travesuras’’ de las que fuimos protagonistas.

Importante es reconocer la paciencia del colegio y su inquebrantable esfuerzo por entregarnos las herramientas que nos serán útiles el resto de nuestras vidas, haciéndonos mejores personas y grandes dominicos.

Quisiera escribir tanto pero ya con esto se ha hecho largo. Las ganas de dedicar una línea a cada uno son inmensas pero el tiempo es corto y aún queda mucho por decir.

Es trascendente destacar junto a esto, la inmensa labor de los apoderados, quienes siempre nos brindaron su apoyo incondicional en cada proyecto que emprendimos. Dar las gracias por lo que han dado al curso; la participación, los gestos y expresiones de cariño, así como cada palabra de aliento cuando se necesitaba. En verdad se reconoce.

Me gustaría también hacer homenaje a cada profesor que nos vio crecer durante nuestra etapa escolar. Cada prueba que corrieron, los trabajos para subir nota, junto con las nunca mal ponderadas ‘’décimas’’ que se guardaban para las distintas evaluaciones, se agradecen enormemente. Estamos orgullosos de haber compartido parte de nuestro desarrollo con tan dedicados profesionales.

Pero bueno, miremos al pasado. ¿Cuántas caras recordamos? ¿Cuántas reconocemos? Estoy segura que son muchas las caras que han desfilado en nuestra vida, pero me gustaría hacer referencia aquellas que hoy no nos acompañan como son las de Francois, Constanza, Bastián, Pablo, Camilo, Marantz, Sebastián, José, Tobías, Patricio, Francis, Gabriela y Tomás.

Sin duda ellos han formado parte de esta historia y todos hemos logrado ser un trocito de experiencia en la vida del otro. Es en ese trocito donde viviremos para siempre.

El largo camino que en un minuto nos unió, hoy nos separa. Pero no nos deja ir con las manos vacías, al contrario, nos empapa de emociones, sentimientos y recuerdos que nos acompañarán el resto de nuestras vidas. Amigos míos, pasamos juntos gran parte del día por diez meses a lo largo de muchos años. Nos conocemos muy bien, unos más que otros, pero al fin y al cabo nos conocemos. Cada uno ha sido un pilar fundamental, ninguno más importante que el otro, todos por igual hemos sabido crear lo que fue el grupo curso en esta etapa de nuestras vidas.

Ahora bien, toda etapa cumple un ciclo. Quiero que miremos hacia delante y enfrentemos

el futuro sin miedo. Es hora de que cada uno escriba su historia por separado; es tiempo de alejarse, de dejarnos. Es tiempo de perseguir nuestros sueños y luchar por que se cumplan.

Se nos viene un tiempo de decisiones y discernimiento del que estoy segura sabremos librar con sabiduría y esfuerzo. Espero de corazón que todos logremos encontrar el camino correcto en nuestras vidas; un camino que nos llene completamente y en el que podamos ser realmente felices.

Somos arquitectos de nuestro propio destino amigos míos. Espero sepamos edificar un gran futuro y concretar cada anhelo y sueño que inunde nuestros pequeños corazones.

No digo adiós, sino hasta pronto. Gracias curso, gracias apoderados, gracias profesores, gracias colegio.

Un abrazo a todos y mucha fuerza, agradezco su atención.

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